La determinación del punto de equilibrio es uno de los elementos centrales en cualquier restaurante pues permite determinar el nivel de ventas necesario para cubrir los costos totales o, en otras palabras, el nivel de ingresos requeridos para cubrir los costos fijos y los costos variables.
Este punto de equilibrio (o de apalancamiento cero), es una herramienta estratégica clave a la hora de determinar la solvencia de un negocio y su nivel de rentabilidad.
Ni se gana, ni se pierde.
Costo fijo: todo aquello que es independiente a la operación o marcha del restaurante. Los que se deben gastar independientemente de que el restaurante este abierto o cerrado, por ejemplo: renta, agua, energía y telefonía, sueldos, meseros, chef, fuentera, etc. Exista o no existe venta, se abre o no el restaurante son costos que no se erogan por el solo hecho de existir el negocio.
Costo variable: todo aquello que implica el funcionamiento vivo del negocio, por ejemplo, la mercadería o las materias primas. Ejemplo Carne, Lácteos, Abarrotes (las recetas del platillo), los costos variables cambian en proporción directa con la demanda de los clientes (producción de platillos) y ventas.
Para que el negocio tenga sentido, el precio de venta debe ser mayor que el precio de compra. Esta diferencia es lo que se conoce como margen de contribución.
La determinación del punto de equilibrio permite comprobar la viabilidad de un restaurante o cualquier negocio. Si hay constancia en el ritmo de los ingresos también lo habrá en el rango o momento en que se alcanzará el punto de equilibrio.
Si la actividad económica se desestabiliza y se hace más volátil, también el punto de equilibrio tendrá volatilidad, desplazándose hacia fuera del rango habitual y provocando problemas de liquidez que obligarán a postergar o refinanciar los créditos o los pagos de materias primas. Todas estas señales de comportamiento son posibles de determinar con el análisis del punto de equilibrio.